SK Bergé, importador y representante oficial de Infiniti en nuestro país, presentó el viernes recién pasado dos nuevos integrantes de la gama de la marca de lujo de Nissan: el más pequeño en su variante crossover con sistema de tracción integral permanente, signado como QX30 AWD a un precio de $26.990.000, junto con el lujoso todoterreno QX80, que presenta interesantes cambios en su actualización de media vida, y sobre el cual nos explayaremos en una nota aparte.
Claudio Arnouts, gerente comercial de Infiniti, señaló que el año pasado cerraron un ejercicio que superó sus expectativas, mientras que arrancaron un 2018 por sobre la media de 2017, lo que augura que tengan colocaciones récord para el presente año, además de adelantar que entre julio y agosto debiese incorporarse otro modelo al Lineup, que representa un cambio de plataforma.
Recordemos que el QX30 es un crossover compacto, que en Chile fue presentado en octubre de 2016, en sus variantes 1.6 Premium y 2.0 Sport, ambas con tracción delantera. Es un modelo con el que la marca busca encantar a una clientela más joven, y lo ha ido logrando de a poco, aunque tampoco se ven tantos en las calles, como si acontece con su primo, el Mercedes Benz GLA. Ahora, su representante en Chile, presenta esta nueva versión AWD que presenta una serie de elementos diferenciadores, los que analizaremos a continuación.
Externamente presenta líneas dinámicas, similares a las de un coupé deportivo, enfatizando la sensación de movimiento, incluso estando detenido, tal como aconteció en la presentación estacionaria en el showroom de Infiniti. Ahora bien, los elementos diferenciadores de la versión 2.0T AWD está dado por la presencia de: un mayor despeje que se incrementó en 34 mm, pasando de 174 mm a 203 mm, por su proa y zaga advertimos aplicaciones satinadas en la sección inferior central de ambos parachoques.
Visto de costado, el nuevo Infiniti QX30 2.0T AWD, exhibe roof rail satinados y un nuevo diseño de llantas de aleación con cinco radios dobles deportivos bitono, que albergan neumáticos Continental ContiSportContact 5 que mantienen la medida 235/50 R18.
Por detrás, al ya mencionado difusor trasero satinado, se suma la presencia del monograma AWD en el costado izquierdo inferior del portalón.
Sus cotas dimensionales se mantienen intactas, salvo su altura: 4.425 mm de largo; 2.083 mm de ancho, mientras que su altura pasó desde los 1.495 mm a 1.529 mm, producto del aumento del despeje. Su batalla se conserva en los 2.700 mm.
Interiormente, su habitáculo se diferencia de las variantes con tracción delantera por la adición de asientos de cuero, con calefacción y reglaje eléctrico de 8 vías y dos memoria los delanteros, sistema Keyless (manos libres), además de la presencia de un climatizador bizona.
Bajo el capó, porta un motor bencinero turboalimentado de 2 litros, con sistema de inyección directa, cuatro cilindros y 16 válvulas DOHC, que entrega 208 HP de potencia a 5.500 vueltas, mientras que su par llega a los 350Nm, entre las 1.200 y 4.400 vueltas.
Va asociado a una caja automática de doble embrague de siete relaciones, que gestiona la operación del sistema de tracción integral inteligente (AWD), él cual en bajo condiciones normales de carretera, el sistema opera su tracción delantera para mejorar la eficiencia del combustible. Si las condiciones se vuelven comprometidas, este sistema enviará potencia adicional a las ruedas traseras para mejorar el control de la tracción. A ello se suma la presencia de tres modos de manejo: Eco, Manual y Sport.
Los rendimientos homologados por el 3CV, arrojan: 11,1 km/l en ciudad; 17,5 km/l en carretera y 14,5 km/l promedio, con 163 gramos de CO2 emitidos por cada kilómetro recorrido.
Finalmente, en el item de seguridad destacan sus 7 bolsas de aire de serie, sistema de control dinámico (ESP y VDC), sistema ABS apoyado por frenado adaptable, inmovilizador antirrobo y LATCH para sillas infantiles.
Fotos: Raúl Farías; Infiniti QX30 2.0T AWD en Negro Obsidiana.